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Consejos para correr

Cómo mantener la positividad mientras te recuperas de lesiones por correr

Dos corredores al aire libre
Flecha hacia abajo
Flecha hacia abajo

Una lesión no tiene que hacer que lo dejes por completo. De hecho, puede ser una oportunidad para que mejores como atleta. Sin embargo, es mucho más fácil decir que hay que mantener el positivismo durante lesiones por correr que hacerlo. Pero eres un corredor. Eres duro, decidido y resiliente. Así pues, ¿cómo puedes mantener el positivismo incluso cuando te recuperes de una lesión por correr?

Como corredores, nos encanta el deporte. Y, a menudo, tenemos este deporte elevado en nuestras mentes hasta un cierto estado infalible y mítico. Correr no puede hacer daño. Es motivador y mejora nuestras mentes y cuerpos de una forma increíble. Lo que es absolutamente cierto.

Sin embargo, también es cierto que las lesiones por correr son preocupantemente comunes. De hecho, los investigadores de la Escuela de Medicina de Yale calculan que al menos la mitad de todos los corredores habituales sufrirán algún tipo de lesión cada año. Por lo tanto, si mantienes tu hábito de correr durante muchos años, hay muchas posibilidades de que te lesiones, de una forma u otra, en algún momento.

El truco para recuperarse es mantener una actitud positiva. En realidad, durante mucho tiempo se ha considerado que hacerlo mejora el tiempo de recuperación en todo tipo de situaciones.

Cambia tu enfoque hacia la recuperación

En general, si te preguntara a ti, o a cualquier otro corredor, cuáles eran tus objetivos actuales, probablemente responderías algo así como «mejorar mi ritmo por kilómetro» o «completar una maratón». Ya sabes, algo sobre correr. Sin embargo, al recuperarte de una lesión por correr, las cosas son un poco diferentes. O, al menos, deberían serlo.

Imagina, por ejemplo, que ya sufres una lesión por un uso excesivo como tendinitis del tendón de Aquiles, también conocida como el temible «talón del corredor». Al igual que otras lesiones comunes por correr, esta situación concreta está provocada por el acto repetitivo y estresante de golpear los pies contra el terreno una y otra vez. Ya sabes, lo que llamamos correr. ¿Qué supones que sucedería entonces si siguieras incluso con dolor y persiguieras tus objetivos de carreras más rápidas y más largas? Está claro que la inflamación no mejoraría. En lugar de seguir con tu enfoque típico, tus objetivos y tu mentalidad, necesitas un cambio. Cuando te recuperes de una lesión por correr, tu nuevo objetivo es sencillo: recupérate.

Mujer manteniendo una plancha

Sin embargo, por más lógica que sea esta conclusión, es una con la que muchos corredores, incluido yo, tienden a tener problemas. Personalmente, tuve una experiencia terrible al principio de mi carrera como corredor con una de las lesiones por correr más comunes: calambres en las espinillas. Vale, puede que no sea una lesión especialmente grave, pero el impacto en mis carreras fue increíblemente desalentador. Como corredor nuevo, había estado trabajando duro para establecer mi base y realizar un progreso rápido. Y, entonces, empecé a desarrollar el dolor sordo asociado a los calambres en las espinillas. Cuando hablé con el entrenador de atletismo sobre el tema, me dijo que solo eran calambres en las espinillas y nada de lo que preocuparse. Lo que, a su vez, no fue el mejor consejo. La orientación ofrecida por mi entrenador no fue exactamente incorrecta, pero tampoco fue totalmente completa.

Con la garantía de que solo me enfrentaba a calambres en las espinillas, seguí mi rutina de entrenamiento normal. Y empecé a ir más lento. No solo disminuyó mi velocidad, sino que también lo hizo mi resistencia general. Mientras tanto, el dolor en mis espinillas no se iba. ¿Cuál era el problema? Me negué a aceptar la nueva realidad de mi mundo del ejercicio físico e intenté mantener mis objetivos existentes. Finalmente, durante un tiempo me alejé completamente de correr, lo que fue un punto de inflexión. Durante ese tiempo, me centré en la recuperación. En lugar de centrarme en correr, mis objetivos empezaron a girar en torno a mi flexibilidad, equilibrio y niveles de dolor. Finalmente, el dolor se fue y pude volver a mis carreras como un corredor mejor y más paciente.

Si (o cuando) te enfrentas a una lesión por correr, no la minimices ni intentes pasar de ella. En su lugar, considérala una fase diferente de tu entrenamiento y ajusta tu pensamiento y tus objetivos para aprovechar la oportunidad para recuperarte.

Entrenamiento cruzado para mantener la movilidad

Una forma en que este cambio de mentalidad puede manifestarse es mediante el entrenamiento cruzado. Los corredores corren y no solemos pasar mucho tiempo con otras actividades atléticas. Sin embargo, recuerda que la mayoría de lesiones atléticas se clasifican como lesiones por exceso. Lo que significa que los problemas están directamente relacionados con el esfuerzo centrado y repetido de correr. A menudo, estas lesiones pueden ser grandes indicadores de que te faltan algunos otros aspectos de tu estado de forma como fuerza, equilibrio o movilidad.

Mientras entrenaba para mi primera carrera oficial, volví a caer en la trampa del exceso y desarrollé una lesión. Esta vez, el culpable era una distensión en el gemelo. Basándome en mi experiencia anterior, sabía que seguir corriendo no era la respuesta. Por lo menos, había aprendido eso. Sin embargo, el levantamiento de pesas, mi otra modalidad de entrenamiento favorita, realmente no ayudaba en esta situación. Los levantamientos que se centraban en mis gemelos parecían empeorar las cosas. Así que la pregunta era esta: ¿cómo puedo seguir realizando entrenamiento cardiovascular y lograr que mis gemelos se curen sin poner ninguna tensión en ellos?

Mujer estirando los brazos

Dos formas de entrenamiento parecen ser la solución: ciclismo y pilates. Dada la forma en que las bicicletas distribuyen la carga, pude mantener mi entrenamiento de resistencia sin sobrecargar más mis gemelos. Esto también me dio la oportunidad de trabajar otros grupos de músculos a los que no se presta mucha atención durante una carrera. El pilates me dio la oportunidad de trabajar mi equilibrio y movilidad en un entorno de impacto bajo. De nuevo, una vez que se calmó el dolor de mis gemelos y volví a correr, mi rendimiento había mejorado considerablemente.

Por lo tanto, aunque una lesión puede ser frustrante, también puede ser un recordatorio de que tu entrenamiento tiene deficiencias en algunas áreas. Después de todo, el ejercicio físico es algo polifacético, y correr, tan maravilloso como es, simplemente no atiende todos esos aspectos de tu entrenamiento. Mientras te recuperas de una lesión, utiliza ese tiempo para realizar entrenamiento cruzado y centrarte en cualquier insuficiencia que puedas ver en tu entrenamiento. Esto no solo te hará avanzar en tu trayectoria de ejercicio físico general, sino que también evitará que te hundas en el desánimo que de otra forma podrías sentir mientras no corres.

Aprovecha un sistema de apoyo

Como he mencionado anteriormente, la mayoría de los corredores se enfrentarán a algún tipo de lesión durante sus carreras deportivas. No es una gran noticia, pero es la verdad. Y una de las consecuencias de las lesiones de correr es que puedes empezar a sentirte aislado. Quizá solías correr con un grupo y, debido a la lesión, simplemente ya no puedes. O quizá la lesión simplemente te ha sacado del juego y no te sientes bien, te falta la motivación para levantarte y hacer cualquier cosa. En cualquier caso, el impacto físico del deporte también puede afectarte mental y emocionalmente. De manera frustrante, esto también puede crear cierto círculo vicioso en el que te sientes mal porque no puedes ser tan activo como antes y no eres tan activo como antes porque no te sientes bien.

Durante estos días aparentemente sombríos, puede ser increíblemente valiosa una comunidad de apoyo de familiares y amigos. Y es importante indicar que este sistema de apoyo puede estar compuesto de otros corredores o no. Por supuesto, los corredores que han sufrido algo similar pueden ser una buena fuente de ánimos y consejos, pero la comunidad no va solo de eso. Principalmente, se trata únicamente de que te distraigas y evites obsesionarte. El simple acto de estar con gente puede ayudarte a mantener el positivismo mientras te enfrentas a lesiones por correr.

Cuatro corredores charlando al aire libre

También puedes descubrir que tus amigos te abren nuevas vías para el entrenamiento cruzado en las que, de lo contrario, puede que no hubieras pensado. Por ejemplo, durante periodos en los que me vi obligado a tomarme un tiempo sin correr, jugué mucho a Ultimate con mis amigos. Puesto que se trata de juegos casuales y gracias a la naturaleza sin contacto del deporte, fue una forma perfecta para que me mantuviera activo y sociable, sin agravar el problema. Igualmente, un amigo mío con el que solía correr frecuentemente tuvo que tomarse un tiempo libre, pero tampoco quería sentarse solo en casa. Así que hizo bicicleta, mientras yo corría. También hizo muchísimas referencias a Rocky. El senderismo también nos dio muchas oportunidades a mis amigos y a mí para pasar tiempo juntos sin agravar cualquier lesión por exceso que pudiera tener.

Sea cual sea la forma que adopte este sistema de apoyo, lo importante es que evites la necesidad de estar totalmente inactivo y aislado. Esto puede ser un peligro real cuando te dicen que descanses por una extremidad o articulación lesionada. Recuerda que descansar no significa inactividad y la recuperación puede, y debe, ser activa. Mantenerse activo y pasar tiempo con la familia y los amigos puede ayudarte a mantener una actitud positiva mientras te recuperas.

Ponte en el camino del éxito futuro

Como corredores, nos presionamos física y mentalmente en todo momento. Y, aunque esto nos permite mejorar de varias formas, también puede llevarnos a veces al riesgo de lesiones. Sin embargo, si tienes una lesión en algún momento, recuerda que no es en absoluto el final de tu carrera como corredor. En su lugar, considera el periodo de recuperación solo como otra fase de tu entrenamiento. Dedica ese tiempo al entrenamiento cruzado y a centrarte en cualquier posible deficiencia en tu rutina habitual. Los periodos de recuperación también pueden ser un momento perfecto para fortalecer tus conexiones con tu comunidad de familiares y amigos. Estos pasos pueden ayudarte a mantener el positivismo incluso cuando te recuperes de una lesión por correr.

Nuestro consejo como escritores responde únicamente a fines didácticos generales e informativos. Nuestra recomendación siempre es que consultes a tu médico o especialista en salud antes de introducir modificaciones en tus entrenamientos, tu nutrición o tus rutinas de ejercicio físico.

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Escrito por
Jonathan Thompson

Friki del fitness

Jonathan con un perro en la nieve

Mi interés en el fitness comenzó de joven, principalmente como forma de supervivencia para un asmático flacucho. Después de recibir mis titulaciones como entrenador personal y nutricionista, empecé a escribir artículos de fitness. Llegados a este punto, correr es una parte de mi vida no negociable.