¿Te duelen los oídos después de correr con frío? Aquí tienes algunas sugerencias
¿Alguna vez has salido bien abrigado para correr en invierno, solo para que te duelan las orejas por el frío? Si es así, no estás solo.
¿Por qué duelen las orejas al correr?
Algunas personas son más sensibles al frío que otras, y las orejas, en particular, tienden a ser más vulnerables debido a la gran cantidad de nervios que rodean el canal auditivo. Las orejas frías pueden causar más que incomodidad: pueden hacer que otras partes del cuerpo también se enfríen, aumentando el riesgo de enfermarse, como resfriarse — lo último que quieres. Las siguientes estrategias pueden ayudarte a mantener tus orejas calientes en tu próxima carrera y prevenir el dolor causado por el frío.
Usa orejeras
Las orejeras son generalmente una de las formas más efectivas de evitar el dolor de oídos al correr en el frío. Sin embargo, puede que no sean la mejor opción para correr, ya que pueden bloquear el sonido cuando necesitas estar consciente de tu entorno, y pueden moverse más de lo deseado.
Calentadores de orejas o cintas para cubrirlas
Si las temperaturas no son demasiado extremas (entre 5 y 10 grados), un calentador de orejas que también funcione como cinta puede ser una solución sencilla. Puedes encontrar calentadores de orejas y cintas térmicas de diferentes grosores que también absorben el sudor para mantener tu rostro cómodo y seco, ya que probablemente sudarás, especialmente si estás al sol o en altitud.
Usa un gorro
Hay muchas opciones de gorros disponibles. Puedes elegir entre uno hecho de punto grueso o de material con tecnología Dry-Fit especial para correr y evitar el sudor en la cara. Si aún así tienes frío, puedes ponerte un gorro sobre un calentador de orejas.
Protección adicional con una gorra
Una gorra de seis paneles por sí sola, obviamente, no es una solución para calentarte los oídos, pero puede añadir otra capa a la combinación de gorro y calentador de orejas, y ayudarte a mantenerlos en su sitio. También puede ser especialmente útil para mantener la cabeza seca si está lloviendo o nevando.
Usa una toalla mojada en agua caliente
Si has probado en vano todo lo anterior para intentar prevenir el dolor de oídos por el frío, puedes probar este truco después de correr para sentirte mejor. Solo tienes que ponerte una toalla mojada caliente sobre los oídos durante unos minutos, o entrar en una habitación caliente con la calefacción encendida y esperar unos minutos. No hagas nada demasiado exagerado, como sentarte o quedarte de pie demasiado cerca de un fuego o de una estufa, o acoplar unos calentadores de manos y pies al accesorio que usas para la cabeza, ya que esto puede causarte quemaduras químicas.
Con estas sugerencias, tus oídos permanecerán templados mientras corres feliz y seguro.
Nuestro consejo como escritores responde únicamente a fines didácticos generales e informativos. Nuestra recomendación siempre es que consultes a tu médico o especialista en salud antes de introducir modificaciones en tus entrenamientos, tu nutrición o tus rutinas de ejercicio físico.